Steinberg en Barcelona

Un día me presenté en la galería A|34 (en la calle Aribau 34 de Barcelona) como ayudante de Media Vaca y María Schjaer me preguntó si era hija de Begoña y Vicente. Se quedó muy sorprendida cuando le contesté que no y que no tienen hijos. Sin embargo, le expliqué atentamente que tanto Vicente como Begoña son incansables y nos «adoptan a todos» como hijos: a los lectores, ilustradores, escritores y a todas las personas que convierten el sueño de Media Vaca en algo real. María es una señora encantadora que trabaja en la galería A|34 y es una de las responsables, entre otros, de la llegada a Barcelona de la exposición de Saul Steinberg, que abrió sus puertas el pasado 17 de noviembre de 2011 y ha sido prorrogada hasta el día 28 de enero de 2012. Media Vaca lleva varios años trabajando con mucho empeño en la edición de dos títulos de Steinberg que podremos encajar en nuestras estanterías dentro de pocos meses.

Así, el pasado noviembre acudimos a la galería A|34 una multitud de espectadores dispuestos a experimentar las reacciones paranormales que provoca en personas como tú o como yo la confrontación con las obras de este refinado señor. Fue extrañamente mágico sentir el buen ambiente que lleno la atmósfera durante dos horas y media, y más aún ver las sonrisas en la cara de las personas mientras contemplaban las obras del autor.

La galería expone dibujos originales representativos de lo más popular de su obra, pero también una pequeña parte de sus trabajos más desconocidos. Ya antes de entrar, desde el escaparate, nos atrapa un conjunto de portadas del New Yorker, la revista en la que Steinberg consolidó un lenguaje grafico propio e inconfundible. Se hizo enormemente conocido a través de estas portadas y de los dibujos que fueron apareciendo en diversos libros como All in Line, The Art of Living, The Labyrinth o The Passport. Dentro de una vitrina podemos regalarnos los ojos con varias publicaciones de ST, como un reciente libro desplegable que reproduce su famoso dibujo «la línea» o el libro que da cuenta de sus viajes a Brasil titulado As aventuras da linha. Podemos también apreciar dos cuadernos enormes de bocetos que ilustran un conjunto de trabajos realizados a tinta.

La exposición ofrece también una pequeña selección de obras que exhiben la vena humorística y satírica tan características del autor. Imágenes que idolatran a la mujer, donde se muestra claramente quién es el vencedor de la lucha entre los sexos, o imágenes que ilustran tramas urbanas muy estilizadas. Los trazos simples, las formas geométricas, el empleo de letras y escrituras falsas, el dibujo mediante sellos y tampones, dan a sus piezas un estilo único e inconfundible.

Alguien dijo que Steinberg, lápiz en ristre, se convertía en un retratista humorístico de la sociedad. Pensaba y dibujaba con el lápiz, y por más que tuviese la pretensión de ser irónico transmitía siempre un lado cariñoso al espectador. Hay una mezcla de sentimientos cuando se contempla su obra: una ironía seguida de un tono amable, no sé si por su línea, por su expresividad o por el conjunto. Pero esta no es más que la opinión de alguien que ni siquiera se acuerda de cuándo oyó hablar por primera vez de Steinberg, pero que recuerda muy bien todos sus pequeños seres: los objetos, los animales y a los hombrecillos que persiguen mujeres con un aire tan altanero que me hacía sonreír.

Por eso, para todos los lectores y personas que no conozcan a Steinberg, o nunca hayan visto en directo sus obras, esta exposición representa una magnífica oportunidad. ¡¡Altamente recomendable!!

Carolina Celas


Imagen: cartel anunciador de la exposición de ST en la galería A|34
Saul Steinberg, Sidney Janis Gallery, 1967. Tinta, lápiz, acrílico y sellos sobre papel, 58,5 x 74 cm.
© The Saul Steinberg Foundation; ARS, New York; Vegap, Madrid, 2011