Planes para 2023

En 2023 la editorial Media Vaca cumple 25 años. Lo celebraremos, o no, ya veremos, porque no hemos hecho planes. Quizá convendría hacerlos, ya que es una costumbre que tenemos bastante olvidada. Y no hemos de conformarnos esta vez, como era también nuestra costumbre, con prorrogar los plazos de lo no realizado en todos los planes anteriores; es preciso aportar un poco de variedad.

En primer lugar, y esto no es nuevo, queremos terminar los libros pendientes. Son muchos. ¿Cuántos son? No lo sabemos exactamente, porque la lista de libros pendientes ha ido sufriendo continuas modificaciones. Algunos proyectos están muy avanzados; otros, en cambio, en una fase muy inicial. Muchos no han pasado de la fase de deseo. Tampoco nos es posible conocer el orden de aparición, ni la fecha aproximada en que aparecerán, si es que aparecen. Esta llamémosla despreocupación provocaba antes una sensación un tanto inquietante que tenía su gracia y suponía un aliciente, pero se está volviendo una pesadilla.

En segundo lugar, y tampoco es una novedad, queremos dar respuesta a quienes nos mandan sus proyectos de libros y a quienes nos hacen llegar sus propuestas de colaboración. Cada día nos resulta más complicado contestar los mensajes, por falta de tiempo, por inconvenientes tecnológicos o por mil razones. Hemos observado, por otra parte, que en los últimos tiempos llegan a esta editorial menos proyectos, y la mayoría de los que llegan son libros álbum que no hacemos. En la página de contacto de la web es lo primero que indicamos a nuestros interlocutores, pero al parecer solo unas pocas personas leen este aviso. Estas contadas personas, que a veces también nos mandan proyectos de libros álbum a sabiendas de que no los hacemos —solo por confirmar que no hemos cambiado de opinión—, serán contestadas de manera prioritaria.

En tercer lugar, y esto es algo viejo y nuevo al mismo tiempo, planeamos abrir un espacio dedicado a los libros en el local de la editorial. De hecho, este local, que existe desde hace años y no hemos podido abrir hasta el día de hoy, está previsto que se inaugure antes de que concluya el año 2022. Habrá que subirse a una escalera para quitarle el polvo al rótulo «Media Vaca» que figura en la calle desde hace más de una década, y comprar sillas. En eso estamos. En este lugar se podrán adquirir los libros de Media Vaca y haremos presentaciones, charlas, pequeñas exposiciones de bolsillo y actividades para públicos diversos, destinadas a lectores y a no lectores.

Cuarto. En relación con estas actividades que hemos mencionado, queremos organizar talleres para pensar en ideas para libros, para posteriormente escribirlos e ilustrarlos. Y hacerlos junto con niños y niñas, en grupos reducidos, sin demasiadas premisas y sin prolijas instrucciones. El objetivo es pasar un buen rato y aprender algo del esfuerzo común realizado. Nunca estará de más que los niños dediquen un tiempo a pensar en eso que llamamos «libros», que teóricamente son cosas familiares, pero no lo son, y de las que hay tantas variedades. Luego podrán comprar los libros de los autores o los temas de moda, pero quien ha hecho un libro por sí mismo tendrá más elementos para elegir aquellos que le interesan, y los disfrutará más; no será un mero consumidor de lo que hacen otros.

Como quinto y último punto, y relacionado con el anterior, nos parece que algunos de estos libros realizados por niños, aquellos que en nuestra opinión tengan un interés especial, podrían darse a la imprenta para difundirlos entre la comunidad de lectores. ¿Cómo se haría esto? ¿En ediciones largas y económicas? ¿Cómo libros de artista en series limitadas? También en esto vamos pensando, y nos gustaría seguir haciéndolo, con tiempo suficiente, a lo largo del nuevo año.

En el caso de que todos los puntos anteriores resulten fallidos, es decir, que no terminemos los libros pendientes, que si los terminamos no se vendan, que nos atasquemos respondiendo mensajes, que no logremos abrir el local, que no seamos capaces de atender nuestro plan de actividades, ¿qué haremos? En 2023, los editores cumplimos 60 años de vida, y en El libro de las edades, de Desmond Morris (1983), uno de nuestros libros de cabecera, aparece como un logro a los sesenta años el que Izaak Walton escribiera El perfecto pescador de caña en 1653. «Propietario de una tienda en la City londinense, empezó escribiendo biografías y después se retiró a Clerkenwell, población rural, donde se puso a trabajar en su famoso libro del pescador de caña, todo un canto exaltado a los placeres de la pesca». Pues algo así.

 

[Ilustración: acuarela de John Absolon (1815-1895) para The Compleat Angler]