Respuestas a un cuestionario
¿Quiénes formáis Media Vaca? ¿Qué formación tenéis Begoña y tú? ¿Qué os llevó a convertiros en editores y fundar Media Vaca? ¿De dónde sale el nombre de la editorial? ¿Quién diseñó el logo?
En la editorial trabajamos únicamente dos personas: Begoña Lobo y Vicente Ferrer. Begoña es abogada y lleva casos de asilo y refugio; yo estudié Bellas Artes durante tres meses. Los dos hicimos un curso de Guión de Cine y hemos trabajado como guionistas. Decidimos convertirnos en editores para publicar los libros que no veíamos en las librerías. Hace veinte años, cuando empezamos, los libros ilustrados eran mayoritariamente libros de bolsillo que no prestaban mucha atención a los aspectos visuales. El nombre Media Vaca sale de alguna parte, estoy seguro; invito a los lectores a averiguarlo. El logo lo diseñé yo, copiando del natural una vaca llamada Blanquita.
Hace 20 años los libros ilustrados no tenían el reconocimiento ni la difusión que tienen hoy. ¿Por qué decidisteis dedicaros a editar “libros muy ilustrados dirigidos a lectores de todas las edades”?
Cuando eres lector y convives con libros, se te ocurren necesariamente algunas ideas para mejorarlos. En principio, los libros que hacemos, los hacemos para nosotros mismos, para nuestra diversión; después, para los amigos: para los que conocemos y para aquellos a quienes no conocemos todavía.
Afirmáis que en Media Vaca el gusto personal y caprichoso de los editores pesa más que el criterio comercial. ¿Qué debe tener un libro para que queráis publicarlo?
Debe dejarte sin dormir o, por lo menos, debes pensar en él algún tiempo después de haberlo leído. Cuando eso sucede, cuando una idea o unas imágenes te rondan la cabeza, sabes que no tendrás más remedio que dedicarte a trabajar en ese proyecto todo lo que haga falta, para conseguir el mejor resultado posible.
«Los libros destinados a los lectores jóvenes deben cumplir exactamente las mismas exigencias que pedimos los mayores a los nuestros». Háblanos sobre algunos de vuestros greatest hits para niños: Mis primeras 80.000 palabras, Alfabeto sobre la literatura infantil o Taller de pintura y construcciones.
Mis primeras 80.000 palabras es un diccionario de palabras favoritas que cuenta con tres ediciones. En la tercera y última participan 333 ilustradores de más de veinte países. A todos ellos se les pidió que escogieran su palabra favorita, en su propio idioma, y que realizaran una ilustración en formato cuadrado utilizando únicamente dos colores. El Alfabeto sobre la literatura infantil era, originariamente, una conferencia que dio Bernardo Atxaga a un grupo de maestros. En ese texto, que incluye numerosos fragmentos de obras literarias, Atxaga habla de algunos temas y autores que le interesan especialmente. Coincidimos con sus gustos, por lo que hemos adoptado esa lista de entusiasmos como una especie de programa de la editorial. El Taller de pintura y construcciones refleja los puntos de partida y algunos de los resultados de los talleres para niños impartidos por César Fernández Arias a lo largo de los años. En el libro se dan pistas para trabajar con los niños en el aula, en el taller o en la propia casa; no es necesario disponer de costosos materiales, pero es preciso poner en esa actividad el máximo interés y mostrar buenas dosis de imaginación.
Reivindicas la edición artesanal y los trabajos manuales. En Libro de los defectos de los demás por ejemplo, los originales son fotocopias de un muñeco de tela que la autora, Chu-li Chen, dispuso sobre la pantalla de una fotocopiadora para conseguir efectos de movimiento. ¿Hasta qué punto lo artesanal está presente en vuestros libros?
Hacer libros, hoy, supone asumir un proceso industrial del que no es posible escapar, aunque el objeto de un libro sean muñecos de tela. De todas formas, el cuidado minucioso con que realizamos la mayor parte de las tareas en la editorial nos acerca de alguna forma a la artesanía. No importa solo el resultado, sino todos los pasos que se dan hasta llegar al fin del proceso. Hay muchas elecciones posibles, sobre muchas cuestiones, y esas elecciones también son una parte importante de un libro.
El Persa, ese desconocido, Benvinguts al Cabanyal… son libros que os anclan inequívocamente a València. ¿Ponéis especial atención en autores y temas valencianos, o estos llegan más bien de forma natural?
Vivimos en Valencia; es natural que nos relacionemos con autores y temas valencianos. Cuando hicimos Benvinguts al Cabanyal (ahora mismo agotado, pero que esperamos reimprimir pronto), teníamos la sensación de que era preciso hacer algo para contribuir a la defensa de un lugar y una gente que estaban bajo una seria amenaza de desaparición. Nos movilizamos, con nuestros limitados recursos, para echar una mano. Muchos autores y autoras valencianos merecen un mejor conocimiento por parte de sus vecinos. También la lengua valenciana merece un mejor trato, estoy convencido, y desde hace mucho tiempo tenemos planes para publicar en valenciano.
En la colección Libros para el mañana encontramos libros de contenido social y político editados por primera vez hace cuarenta años. ¿Qué os atrajo de ellos?
Reencontramos por casualidad el libro Hay clases sociales, del que teníamos un ejemplar en nuestra biblioteca. En ese libro, publicado en 1978 por La Gaya Ciencia, se habla de unos títulos en preparación, entre los que figura uno titulado «La corrupción está en todas partes». Nos pareció que había que averiguar si ese libro se había llegado a hacer, porque en ese momento (en cualquier momento, vaya) el tema parecía muy oportuno. Localizamos otros títulos de la misma serie (no ese) y decidimos publicarlos porque encontramos que los textos estaban completamente vigentes. Es triste admitirlo, pero en lo sustancial nada ha cambiado tanto. Por eso la colección sigue llamándose Libros para Mañana.
Sabemos que preparáis una exposición en Las Naves en diciembre para celebrar el 20 aniversario. ¿Qué podremos ver en ella?
Vamos a exponer algunos libros completos: Mis primeras 80.000 palabras, Crímenes ejemplares y Museo Media Vaca, que es un libro nuevo que aparecerá próximamente. Son tres libros colectivos, que hemos enmarcado página por página. También mostraremos el material que hemos utilizado en diversos proyectos, los cuadernos de apuntes, los pliegos salidos de la imprenta, etc. Parte de lo que es, en fin, la vida secreta de una editorial.
La Nau acaba de dedicarle una exposición muy interesante a las ilustradoras Valencianas, a las de antes y a las muchas de ahora. ¿Con cuáles te gustaría trabajar y por qué?
He visto la exposición 'Ocultes i il·lustrades'. Diría que las ilustradoras son más interesantes que el conjunto. De entrada, se me hace raro etiquetar como «ocultas» a unas mujeres a las que queremos hacer visibles. Con algunas ya hemos trabajado. También con otras que no figuran en esa muestra, como Marta Pina.
Están surgiendo en España pequeñas editoriales independientes muy interesantes en los últimos años. Recomiéndanos dos para no perderlas de vista.
Es cierto que han surgido muchas editoriales en los últimos años. Esa recomendación también me haría falta a mí. En vez de dar dos nombres, invito a los lectores a acercarse a dos ferias de libros que tendrán lugar en Valencia en diciembre y en enero: Baba Kamo y el festival Tenderete. Seguramente podrán encontrar en esos lugares muchas cosas que les interesen.
Vicente Ferrer